¿Cómo funciona la bancarrota en EEUU?


Los inmigrantes llegados de Latinoamérica se encuentran con la sorprendente facilidad de acceder a tarjetas de crédito en Estados Unidos cuando en sus países es muy difícil conseguir este privilegio. Muchas veces esto se convierte en un arma de doble filo: la tentación de gastar es grande y el sistema aporta los medios para que las personas se endeuden más y más hasta el punto de no poder pagar lo que se debe. La ley federal de bancarrota provee mecanismos para que las personas endeudadas puedan superar estas dificultades y comenzar de nuevo, aunque hay que saber de qué manera y cuándo es conveniente declararse en bancarrota.

«Cuando vienen a este país no tienen la experiencia cultural de lo que es tener crédito y que hay que ahorrar todos los meses para pagar. Les llega la primera tarjeta y gastan y así sucesivamente sin sentarse a calcular los ingresos para saber si pueden pagar a final de mes. Es bueno tener una tarjeta de crédito pero lo que usted carga debe de pagarlo a final de mes. Es como el refrán que dice: si no puede pagarlo es que no le hace tanta falta. La bancarrota no implica de ninguna manera perderlo todo siempre y cuando uno siga pagando lo que no quiere perder como la casa o el auto», explica a El Paracaidista la abogada especialista en bancarrota Georgette Sosa Douglas, P.A., en Miami.

El Instituto Americano de Bancarrota (American Bankruptcy Institute), encargado de analizar los movimientos económicos en casos de bancarrota e investigar las leyes, informa que los pedidos de bancarrota personales en Estados Unidos han superado todos sus niveles hasta junio de 2003, con un total de 1.613.097 casos pedidos. En el estado de Florida se han registrado en lo que va de año (2003) 92.177 pedidos de bancarrota personal y 90.374 pedidos de negocios y estos números hacen evidente que la opción que muchos encuentran es declararse en bancarrota y comenzar de cero a limpiar su crédito.

Sin embargo esta ley federal tiene muchos detalles que vale la pena estudiar antes de tomar una decisión que puede cambiar la historia crediticia de los afectados.

Los capítulos de la ley de bancarrota
«Hay que empezar por explicar que hay dos clases de bancarrota: las personales y las de negocios y dependiendo del tipo de deuda que se tiene se puede declarar una u otra. Lo menciono porque hay mucha gente que viene de Latinoamérica y que tiene problemas financieros derivados de problemas con los negocios por lo tanto es lo primero que hay que identificar», indica Roslyn C. Lewin, P.A, abogada especialista en bancarrota.

Lewin explica que en el caso de bancarrotas personales hay dos capítulos: el 7 y el 13. El siete es una bancarrota de liquidación en la cual se borran todas las deudas y primariamente es para personas con deudas inseguras, tarjetas de crédito, cuentas médicas, carros reposeídos, que son los casos más comunes.

El Capítulo 13 es una bancarrota de reorganización personal y el caso más frecuente es cuando la gente se atrasa con los pagos de la hipoteca, del carro, deudas con el Internal Revenue Service de impuestos y necesita un plan de repago para ponerse al día. En este caso se hace un plan de pago mensual de 3 a 5 años.

En el Capítulo 7 de la bancarrota las deudas son perdonadas a cambio de la entrega de activos y su venta con utilidades destinadas a los acreedores. Algunos activos son exentos, al igual que ciertas deudas como el mantenimiento infantil e impuestos no pagados. Con el Capítulo 13 se diseña un plan para saldar deudas existentes usando el ingreso disponible después de restar los gastos de vida esenciales.

Para evaluar la necesidad de presentarse en bancarrota con el Capítulo 7 se recomienda principalmente consultar con un abogado especializado, pero la página de Internet www.dontneedalawyer.com tiene una lista de cuestiones claves que pueden ayudar a decidir si se requiere la consulta con un abogado y a reflexionar sobre la situación financiera en la que la persona se encuentra.

Se deben considerar los siguientes aspectos muy cuidadosamente:

  • Si todos los intentos de controlar el gasto y el uso de créditos han fallado, aun con la ayuda de un consejero de créditos, o un plan de consolidación de deudas.
  • Si el deudor es incapaz de cumplir con las obligaciones de la deuda con su ingreso actual.
  • Si los intentos de establecer planes de re-pago con los acreedores no han funcionado.
  • Si la proporción de la deuda es mayor que el ingreso anual en más de un 40-50%.

Una vez evaluado esto, la pregunta más frecuente que atemoriza a la hora de iniciar una bancarrota es la pérdida del crédito y la dificultad de iniciar un buen récord nuevamente. La abogada Sosa responde que «las personas que llegan a pedir una bancarrota en general ya tienen dañado el crédito por pagos atrasados o si uno hace el balance de las deudas con la entrada es imposible pagar todo lo que se debe. La bancarrota permite rehabilitar el crédito. Aunque en el reporte de crédito aparezca por siete años que se hizo la bancarrota también va a aparecer que no se tienen más deudas. Si yo soy un banco y usted quiere comprar una casa o un carro, yo veo que usted tiene una bancarrota, pero al mismo tiempo veo que no le debe nada a nadie».

Lewin coincide totalmente y dice: «Realmente la bancarrota es una oportunidad para que las personas comiencen de nuevo, frescas y pueden recomponer su crédito inmediatamente después de la bancarrota. Las personas que tengan pagos por su casa o carros los continúan haciendo a tiempo y eso se refleja positivamente en el crédito. Para los que reciban nuevas ofertas de tarjetas de crédito les recomiendo que acepten una o dos, generalmente la línea de crédito no es muy grande y pueden utilizarlas por $20 ó $30 mensuales y pagar a tiempo. No es que no tengan acceso a reconstruir sus créditos por los siguientes diez años, eso no es cierto. Tendrán acceso a préstamos, pero deben ser cuidadosos y pagar a tiempo para recuperar su buen crédito».

Desde que se inicia el pedido de bancarrota hasta que termina el proceso pasan aproximadamente tres meses, para el Capítulo 7 no hay límites en la cantidad con la que se puede pedir una bancarrota, ya que se aceptan casos con pocas deudas o grandes cantidades y una persona puede declararse en bancarrota cada siete años.

Los honorarios de los abogados varían según los casos y la complicación que tenga cada situación, pero según la investigación de El Paracaidista, un pedido de Capítulo 7 puede costar alrededor de $1.000.

¿Influye el estatus migratorio?
En el caso de personas que no sean ciudadanas, estén con visados especiales o ilegales la abogada Sosa señala que una de las preguntas principales es si la declaración de bancarrota no va a afectarlos cuando quieran cambiar de estatus. «La respuesta es no porque la declaración de bancarrota es un derecho que nos da la ley federal y la situación migratoria no se pregunta. El requisito básico para declararse en bancarrota es ser residente de Florida por seis meses, vivir en el estado, no importa el estatus legal. Un ilegal puede hacer la bancarrota, pero la corte federal pide la licencia de conducir para entrar por su puerta y prueba del Seguro Social [número], y por supuesto que no se puede entregar esta tarjeta que dice que no es válida para trabajar. Por ley lo pueden hacer, pero se encontrarán con trabas, es muy recomendable consultar con un abogado experto».

He aquí una relación completa de los capítulos de la ley de bancarrota con un resumen de a quiénes afecta:

  • Capítulo 7: algunas veces llamado bancarrota directa o bancarrota de liquidación. Utilizado principalmente por individuos que desean liberarse de deudas de consumidor, pero también puede ser utilizado por negocios que desean liquidar y terminar su operación. Bajo este capítulo, el deudor particular tiene permitido retener ciertas propiedades exentas.
  • Capítulo 9: Ajuste de Deudas de una Municipalidad, proporciona reorganización, similar al Capítulo 11.
  • Capítulo 11: Reorganización de Ajuste de Deudas, reduciendo la deuda, extendiendo el tiempo de re-pago, o por una reorganización más comprensiva, generalmente usada por negocios comerciales.
  • Capítulo 12: Ajuste de Deudas de una Familia Granjera con un Ingreso Anual Regular. Este capítulo funciona de manera similar al Capítulo 13.
  • Capítulo 13: a veces llamado Plan de Ingreso Regular. Ajuste de deudas que reduce la deuda, y extiende el tiempo de re-pago, y un programa comprensivo de re-pago, vigilado por la corte. Para deudores con ingreso regular y un nivel de deuda inseguro manejable (no excesivo).

Cambios en la ley de bancarrota
En estos momentos el Congreso de Estados Unidos está intentando la firma del Presidente Bush para una reforma de la ley de bancarrota en una batalla que comenzó en 1995 cuando se formó la Comisión Nacional de Revisión de Bancarrota (National Bankruptcy Review Commission, NBRC).

Según la Asociación Nacional de Abogados de Bancarrota (National Association of Consumer Bankruptcy Attorney, NACBA), esta comisión nunca representó los intereses de los consumidores. Abogados de bancarrota como Lewin afirman que de pasar la ley básicamente «hará más difícil declarar el Capítulo 7 en el cual no hay re-pagos a los acreedores y obligará a más personas a declarar el Capítulo 13 que requiere cierto nivel de pago mensual. La comunidad de bancarrota está muy preocupada por esto, ya que una de las previsiones de la nueva ley analizará con detenimiento los ingresos sobrantes a final de mes y si eso ocurre obligarán a repagar a los acreedores. Pondrá muchas trabas para el común de la gente que se ampara en el Capítulo 7».

La NACBA señala que esta ley perjudicará a los sectores más necesitados y la oposición a su firma ha llegado de todos los grupos de defensa de consumidores, mujeres, doctores en leyes, economistas, organizaciones religiosas y los principales periódicos del país como «New York Times» y «Washington Post».

«(…) El momento para aprobar esta reforma no puede ser peor. Noventa por ciento de las bancarrotas son motivadas por pérdidas de empleos, altas cuentas por atención médica o divorcios. El nivel de desempleo es el más alto de los últimos ocho años y han aumentado por millones las personas sin seguros médicos (…)», describe la NACBA.

Esta asociación nacional indica además que favorecerá a la industria de las tarjetas de crédito y a las corporaciones, pondrá en peligro el child support [manutención de hijos], permitirá a los millonarios proteger sus bienes y hará más difícil salvar las casas y autos por medio del Capítulo 13.

Para obtener más información sobre la ley y enviar su opinión (en inglés) contacte a:

American Bankruptcy Institute
44 Canal Center Plaza, Suite 404. Alexandria VA
T + 703-739-0600
F + 703-739-1060
www.abiworld.org.

NACBA
2300 M St., N.W. Suite 800
Washington, D.C. 20037
T + 202- 331-8005
F + 202- 331-8535 fax
www.nacba.com.

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